La decoración del restaurante debe ser cuidada y relacionada con la temática del mismo, los colores no deben ser muy oscuros, ni demasiado intensos, es más adecuado colores neutros pero que destaquen, ya que proporciona más tranquilidad y cada vez que vamos a comer o cenar buscamos relajarnos y disfrutar.
La distribución de las mesas debe ser también estudiada, pueden ser cuadradas para grupos pequeños, pero que nos facilitan la unión entre ellas para cuando tengamos un grupo amplio o redondas para grupos determinados, ya que estas últimas favorecen la comunicación.
La iluminación debe ser la justa, un poco tenue en las zonas de mesas para crear un ambiente íntimo pero que a la vez se puedan leer la carta de comidas, en las zonas de pasillos y demás estancias debería ser mas elevada, para facilitar el trabajo de los camareros.
La cocina deberá estar al fondo del restaurante pero bien comunicada con el salón, y tener así un fácil acceso para los camareros, optando si pudiera ser por puertas abatibles hacia dentro y hacia fuera, con cierre automático ( de muelle), para evitar así la salida de los humos y olores al salón.
Los baños sería aconsejable situarlos en alguna zona retirada lo máximo posible de la zona de mesas, y evitar también colocarlos muy cerca de la cocina para evitar la mezcla de olores. Deben de estar bien ventilados ya sea de forma natural mediante ventanas o rejillas al exterior, o artificial con extractores eléctricos.